La Torre de Tokio, símbolo icónico del renacimiento de Japón en la posguerra, se alza en el corazón de Tokio. Imitando el diseño de la Torre Eiffel, pero con un toque distintivamente japonés, está pintada de blanco y naranja internacional para la seguridad aérea. Terminada en 1958, no es sólo una torre de telecomunicaciones y observación, sino un hito cultural, símbolo de la rápida modernización de Japón. La Torre de Tokio es más que un lugar turístico: es un testimonio de la resistencia y la innovación japonesas.